El presidente colombiano, Gustavo Petro, anunció el lunes un plan de “transformación social y económica” en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, azotada por la violencia guerrillera y donde el ELN liberó horas antes a 22 secuestrados.
El nuevo plan regional llega en medio de un estado de “conmoción interior” vigente desde enero en esa región, y contempla una inversión de 2,7 billones de pesos (unos 670 millones de dólares) con el fin de erradicar unas 25.000 hectáreas de cultivos de hoja de coca.
“Si la paz consiste en transformar el territorio excluido, el Catatumbo (…) está inmerso en una de las regiones más grandes en cultivo de coca”, dijo Petro en un Consejo de Ministros televisado, y subrayó que hay más de 50.000 hectáreas sembradas en esa región, la mitad en el municipio de Tibú, departamento de Norte de Santander (noreste).
El plan también incluye “pagos por erradicación voluntaria de cultivos” de coca, titulación de tierras, proyectos de sustitución, comercialización de productos agrícolas y una carretera con conexión al resto del país, anunció el mandatario izquierdista.
Parte del plan se financiará con nuevos impuestos a los juegos de azar en línea, con lo que se espera recaudar unos 240 millones de dólares, así como gravámenes adicionales a la venta y extracción de carbón y petróleo y a transacciones bancarias, explicó el ministro de Hacienda, Diego Guevara.
La guerrilla del ELN busca consolidar su control en esa región fronteriza, una zona clave para los negocios ilegales como el narcotráfico, la minería ilegal, la extorsión y el robo de petróleo, con los que se financia.
El 16 de enero, ese grupo atacó en el Catatumbo a la población civil y a sus enemigos del llamado frente 33, una disidencia de la guerrilla FARC que no firmó la paz en 2016.
El presidente Gustavo Petro suspendió los diálogos de paz con el ELN que habían iniciado a finales de 2022 y ordenó a las fuerzas militares recuperar el control en la frontera.